Octubbre 31 de 2017
1:51
Me queda en la almohada
el rumor de tu piel
en el contacto suave de la tela
con tu perfume delicioso;
en la huella tibia
de la redondez de tus senos
y el sabor de frutas de tu fuente
que dejaste para mi boca.
Te extraño en el eco del beso,
en el alivio dulce del suspiro,
en el brillo de tu sonrisa de niña;
en la madurez cálida y misteriosa
de tu piel de mujer
de tus manos como palomas
envueltas con las mías.
Me haces falta y me duele
menciono tu nombre y me alegro,
por nuestras horas juntos,
dosis de eternidad en el cielo,
donde me encuentro con tus deseos
y vuelas entre mis brazos
mientras te digo que te quiero
y soñamos nuestro mundo.
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