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Mis noches me lo cuentan
el delirio volvió y tiene el color de tu piel.
Cuando bailábamos juntos
me lo avisó la música,
que me iba a enamorar
sin camino de regreso,
como antes,
pero con un calor en el pecho
que jamás se apagaría.
Me lo advirtieron tus labios
mientras hacían temblar a los míos
la primera vez y en lo sucesivo,
que nos amaríamos de nuevo
sin remedio.
Y tu cuerpo,
¡Tu divino cuerpo desnudo!
me descubrió sin ambages
su esencia y su misterio
y me expresó sin palabras
que comenzó otra historia.
La magia retornó y sonreí,
tu vida entera
como un delirio encendido
de flores de primavera,
como una melodía de amor,
regresó para mí.
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