Junio 25 de 2017
19:07
Desde hace tiempo me acostumbré a pensarte. Eres parte de mí mismo y no lo sabías, no te pedí permiso. Caminaste tus venturas y tus planes, ausente de mis ilusiones contigo. Y un buen día, amaneciste enamorada del mundo que pinté para ti, de la forma como te he querido. Otro buen día me enseñaste a amarte moviendo mis dedos en dirección a tu corazón. Hoy, no concibo una noche sin la ilusión de tus sueños coloreando mi vida. Máxime ahora, cuando contra toda voluntad y todo designio, volviste a mi orilla.
Te miro y no puedo creerlo, eres tú y me amas, eres tú y te siento. De pronto, tu boca escribiendo versos intangibles en la mía. De pronto, tus manos rodeando mis silencios... De pronto, tus palabras descubriendo territorios ignorados, aturdidos de risa, azulados de promesas, engalanados de perfumes y cantos de amor. Eres la de siempre y eres la que no conocía. Llegaste una tarde, habiéndote esperado una vida. Y te quedaste para siempre.
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