Junio 10 de 2017
4:06
Amarte,
como se ama a una mujer,
con las manos abiertas,
con alegría al disfrutarte,
escuchando tu voz
y descifrando tus sueños.
Me indicas el horizonte,
yo trazo un camino
para andar juntos.
Sentirte,
como se siente a una mujer,
con el sabor dulce
de un sueño cumplido
y una razón inconclusa
para estar vivo.
Con dos mil voltios en la piel,
la gentileza en la voz
y un huracán en el pecho.
Ansiarte,
como se ansía a una mujer,
cediendo todo por nada,
saludando el futuro en tus ojos
con la firmeza en las manos
y la debilidad en el corazón.
Por mirarte ser
y ser bendecido por ello,
mientras me miras.
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