17:22
Que alguien me perdone por haberte tomado
y amar hasta la forma en que cierras los ojos
o que me condecoren como a un mercenario
pues sitié el doble muro de tus labios rojos.
Te amé ajena y mía una noche de verano
bailamos y nos embriagamos lujuriosos.
Te entregaste una tarde lluviosa de marzo
era tu vientre néctar y vino sabroso.
Y de lo que vivimos, cuanto diga es poco
dulzura de mujer y calor en tus brazos
deleite de mis manos, placer de mis ojos
ansiedad de tenerte, gemidos y orgasmos.
Mas, si quieres saber lo que me vuelve loco
es que eres tú y ese no sé qué tan cercano
es todo el ser que eres mirándome a los ojos,
y me dejas tu vida después de abrazarnos.
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