Noviembre 16 de 2017
18:40
Estás
en la ida y la vuelta del tiempo
en el recuerdo terso
de tus labios delicados.
En el misterio de tu vientre
y las palabras de amor
que me decías al oído.
Estás
en tus manos bellas
recorriendo mis caminos,
como mariposas,
avanzando con prisa y gentileza,
regando con tu nombre
mi ansiedad de tenerte.
Estás
en estas letras,
en las canciones,
en la estrella que se resiste a morir
y en las calles que nos vieron,
tan juntos como sombras
mezclándose tímidamente.
Estás
en la lluvia aromática
de tus cabellos
en el milagro de tu voz
embriagando mi silencio
en la pausa del día
que me dirige a tu forma de andar.
Estás
en esta ansiedad gris
y en esta calma azul.
En tus prendas que conservo
en una foto con tus huellas,
evidencias de que estuviste
y de que estás para siempre...
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