Noviembre 28 de 2016
23:48
¿Cómo podría ser de otro modo
si no que tu bien sea mi alegría?
Mi cielo es la paz de tus ojos,
tu frontera es la luz de mi vida.
La primera vez que vi tu rostro
y tu mirada se cruzó con la mía,
un temor me invadió de pronto,
presentí que mucho te amaría.
Desde entonces, de cierto modo,
aún durante los amargos días,
he intentado mirarme en tus ojos.
Y hoy quiero descifrar tu sonrisa
hoy sólo anhelo encontrar mi gozo
en el secreto de tus pupilas.
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