Diciembre 3 de 2016
13:54
Te quiero.
En el ritmo de tus días grises,
cuando hace frío y te pones triste.
Cuando te abrigas con el silencio
y ya no me dices nada.
Te quiero.
Pues en las sombras impredecibles,
también florecen bellos jazmines
y desde la penumbra el incienso,
su nobleza nos regala.
Te quiero.
No sólo en tus horas más felices,
sino también cuando no sonríes,
cuando se oscurece tu cielo
y se pierde tu mirada.
Te quiero.
Porque la tarde en que tú viniste,
supe que habría de recibirte,
para intercambiar nuestro consuelo,
por los años de distancias.
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