Noviembre 16 de 2016
23:26
Te pienso mientras estás ausente.
Lo estás aunque respires aquí mismo.
De pronto estremecimientos indecibles,
de pronto canciones,
de pronto silencios.
Ecos de lo que somos:
quimeras presurosas en la noche,
polvo de estrellas bajo el agua,
recuerdos de ayer,
sueños de otra parte...
Somos nada y somos todo.
Y en esta oscuridad de lluvia,
con las nubes ocultando la luna,
sólo se escurre una húmeda incertidumbre,
desde mi mente hasta mi pecho.
Y tu imagen dulce como el café,
como un beso tuyo a escondidas,
se disipa sin decirme nada.
No estás, no has estado,
y resulta que naufrago en esta lluvia desértica
pues tengo sed de tus palabras,
de tu sonrisa que adivino
y tus miradas que presiento.
¿Y si te fueras,...
Y si me dejaras?
La lluvia no responde,
está sorda como si hubiera envejecido,
sólo se deshace en un grito insondable,
me adormece como a un niño
y huye a prisa entre las grietas del suelo.
De pronto estremecimientos indecibles,
de pronto canciones,
de pronto silencios.
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