9;33
La lluvia es triste, inmoviliza los sentidos tras la ventana. Habla de pesares y distancias, enmudece la alegría y deja una estela impregnada de nostalgias. La lluvia tiende su manto sordo con un rumor somnífero que aletarga el pensamiento y llena de soledad la piel.
!Pero la lluvia era tan dulce aquella tarde!
Millones de gotas encubriendo nuestro secreto, mientras te amaba, mientras me amabas. El cielo gris cerraba los sonidos de nuestra respiración y el agua empapaba los tejados, dejándonos pausas de lucidez para percibir que afuera hacía frío, lejos de la humedad cálida de nuestra piel y el ardor de nuestro sexo. Temblaban tus senos y conocí a la mujer. Las memorias de tu olor y tu sabor aún retumban en mis sentidos, adheridas por miles a mis poros. Tus ojos entrecerrados y los míos en un éxtasis del que no podía escapar; y aún sabiendo que era mejor cerrarlos, me contuve mirándote, contemplando tu imagen adorada; la misma que aún me embriaga y me condenó a desearte por siempre,... Mientras afuera llueve.
Bésame Mucho - Simone
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por regalarme tu tiempo y permitirme compartir estas líneas. Deja tus comentarios con el corazón, tal como yo he regado estas cartas.