Septiembre 2 de 2016
4:51
Partiste mi vida,
con una mirada,
dejó de ser mía,
aferrada a tu alma.
Y tras tu partida,
mi vida lloraba,
tan sola y herida,
febril te buscaba.
Vagaba perdida,
fugaz, solitaria,
en noches tan frías,
en tardes heladas.
Y cuando sufría,
y más te anhelaba,
curaste sus días
con una palabra.
Y hallaste a mi vida,
marchita y ajada,
con una sonrisa
volviste a mimarla.
Gentil con mi vida,
has vuelto a tomarla,
no quiere alegrías,
si tú le haces falta.
Te canta poesías,
te quiere con ansias
te piensa de día,
de noche te extraña.
Y hoy quiere de prisa
en la madrugada
mirar tu sonrisa
tocar tu piel clara.
Partiste mi vida,
con una mirada,
pues nunca fue mía...
¡Es tuya y le encantas!
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