Septiembre 6 de 2016
5:01
Qué tibia tu sonrisa, qué lindo es mirarte.
Te desconciertas y bajas la mirada,
con dejos amables de incomodidad,
sin restar un ápice a tu cercana hermosura.
Cuando ocurre el milagro de que me mires
y otra vez, como en mis sueños, te tengo cerca,
se abre un espacio para los dos en el que no hay tiempo,
así lo siento yo mientras te encierras en él conmigo.
Y misteriosamente la vida retoma su marcha,
ocurre cuando te miro mientras te alejas,
como la brisa cálida de una promesa que nos recuerda,
y sobrevienen los ecos que me dicen que estuviste cerca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por regalarme tu tiempo y permitirme compartir estas líneas. Deja tus comentarios con el corazón, tal como yo he regado estas cartas.