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"Eres igual a mi, frío y distante"
Quise convertirme en olvido, dejando rosas en la loza fría donde reposaba un beso; regando lágrimas en las calles oscuras que sintieron tus pasos, para guiar los míos. No quería equilibrar cuentas, sólo tal vez guardaba la esperanza de hallarte. Quizás mirarte a los ojos y preguntarte qué había sido de tu vida; si eras feliz. Pero tardaba en enterarme que la niebla y el tiempo tienen membranas espesas y selectivas, que dejan florecer la memoria y ahogan el olvido.
"¿Y si primero nos besamos y luego hablamos?"
Inesperadamente apareciste entre las frutas y el aire tibio. Recuerdo los olores y los sonidos. Y como estabas vestida. Imaginaba que daba mi vida por el placer de rozar tus dedos, mientras depositaba en tus manos aros de cobre y te veía sonreír. Llegabas sin pedir permiso, -siempre lo has hecho-, para quedarte un rato y dejarme desolado en la noche de tu ausencia.
"Cobarde, entonces ya no"
Pintas estrellas en mi cielo, has llegado y se avecina una tormenta dulce. Quiero volver a besar tus senos y saborear tu vientre; que me digas que me quieres y me cobijes con tu vida. Invadirte en silencio y volver a sentir tu respiración agitándose mientras te recuerdo que te amo. Quizás me regales una lágrima a voluntad, como lo hacías de niña. Quizás este amor ya estaba escrito en algún libro y no lo sabíamos.
"¿Todo está bien?"
Nuestro universo sigue expandiéndose, sin que alcancemos a determinar sus verdaderas fronteras... Quizás luego se contraiga en retroceso, buscando su molécula original. Y la potencia de cuanto somos en esta realidad hiperestésica, acaso concluya en la Memoria de un Nosotros, perdida entre billones de historias. Sí, mi corazón... Si, cariño... Todo está bien.
Sólo pienso en ti - Miguel Bosé
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