Octubre 29 de 2016
10:20
La oscuridad cómplice,
del amor, de todo y de nada,...
Y tú a mi lado,
desatando versos en silencio,
para regalarme,
cuando ya no estás.
La risa a veces engaña,
aunque es tan sincera.
Pues encubre
sufrimientos silenciosos,
y vacíos mudos,
cuando ya no estás.
Te siento tan mía
por instantes fugaces...
Marcas mi vida sin remedio,
posees mi corazón.
Y trato de reconstruirme,
cuando ya no estás.
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