Agosto 28 de 2017
23:49
Deja que me pierda
en la dulzura de tu boca,
manjar de labios sabrosos
y humedad tibia de tu lengua.
Quien ignora el placer
nada sabe de estos besos,
ni de los desenfrenados misterios
desbordándose como arroyos.
Es tu pecho, es tu piel
es la suave textura de tu cuello
y la tibia alegría de tu vientre
que invita a bailar en silencio.
Deja que me esconda
en la inquietud de tu sonrisa
prometo huir cuando llegue el día
para vivir en la noche de tus cabellos.
Y entrelazada conmigo
que las aves vuelen a sus nidos
mientras destilan sus néctares
las frutas suaves de nuestro verano.
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