Agosto 7 de 2017
23:42
Eres mi sonrisa enamorada
una pausa en el río de la noche,
un manantial de fantasías
y cuando quieres, mi hora más dulce.
No vienes porque yo quiera,
del mismo modo que no existes a voluntad,
ni puede hallarse un sólo responsable
de que este amor haya conocido la luz.
Estamos en éste camino imprevisto
diciéndonos hola y adiós,
como una canción que se escucha sin querer
mas con todo el sentido del universo.
No me preguntes cuándo vendré,
no te preguntaré cuándo te irás,
mas nos amaremos con la sangre ardiendo
y regaremos mil silencios llorando.
Quizás en el secreto de tu vientre
termine de hallar mi sosiego.
Quizás en los días que nos falten
volveré a buscar en ti lo que he perdido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por regalarme tu tiempo y permitirme compartir estas líneas. Deja tus comentarios con el corazón, tal como yo he regado estas cartas.