Julio 4 de 2017
5:00
5:00
Las horas largas de la noche,
vigilaban mis ojos buscándote,
como siempre, sin hallarte,
mas en un abismo de silencios
fríos como nuestra distancia
donde mis latidos no podían
ni siquiera llegar a visitarte.
vigilaban mis ojos buscándote,
como siempre, sin hallarte,
mas en un abismo de silencios
fríos como nuestra distancia
donde mis latidos no podían
ni siquiera llegar a visitarte.
«Amor, Amor de una
Vida
que nació tibio una tarde,
y abrigaste entre tus senos,
cuando moría ya de hambre»
que nació tibio una tarde,
y abrigaste entre tus senos,
cuando moría ya de hambre»
Y al despertar la mañana,
los ojos cansados de evocarte,
el alma suicida de tus besos
y la urgente prisa por mirarte,
se recobraron de repente:
¡Quizás podría hablarte!
y se me dibujó una sonrisa
en esta boca que besaste.
los ojos cansados de evocarte,
el alma suicida de tus besos
y la urgente prisa por mirarte,
se recobraron de repente:
¡Quizás podría hablarte!
y se me dibujó una sonrisa
en esta boca que besaste.
«Amor, Amor de una Vida
que se recreó en soñarte,
impregnado de tu cuerpo,
y esta sed de acariciarte»
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por regalarme tu tiempo y permitirme compartir estas líneas. Deja tus comentarios con el corazón, tal como yo he regado estas cartas.