Abril 2 de 2016
06:00
He llegado a definirme en términos de quien soy por ti. Ya sea cuando, estando tú ausente, me impulsaba un intenso deseo por encontrarte otra vez. Y también cuando, teniéndote cerca, mi vida se consumía precipitadamente degustando tu proximidad. Sean los caminos emprendidos, sean las efusiones de sentimientos, sean las decisiones tomadas,... Has estado muy presente en mi existencia, hasta comprenderme a mí mismo sólo en el horizonte de tu nombre.
Sabía desde hace mucho que mi vida no podía desonectarse de la tuya. Lo presentía muchas veces y en distintas épocas, en las cuales, sin tu abrazo, me alejaba en silencio a pensar en cómo estarías, y cómo sería todo entonces si estuvieras a mi lado. Quizás la prisa por buscarte en los recuerdos de esas calles vacías de ti, eran en el fondo un modo de no colapsar. Era que mi alma persistente no se resignaba a estar sin ti, y encontraba cierto alivio rastreando fragmentos de alegrías pasadas contigo.
Incluso hoy, he redescubierto la importancia que tienes para mí. Si me hablas o si callas, si estás triste o alegre, si tienes o no algún dolor. Si te he tenido cerca, si te mantienes a la distancia. En la mañana o en la noche. En la prisa de los días o en la quietud. En los cantos, en las cosas que dices, en la manera como reaccionas o tomas la iniciativa.
No hay modo de entender el equilibro en mi existencia, ni tampoco concebir la locura,
si no apareces con tus ojos lindos y tu dulzura.
No imagino el beso perfecto, la caricia tibia que sacia la ansiedad de la piel,
el acento más cálido, la mirada más avasalladora, si no provienen de ti.
Si no estás,
simplemente falta algo,
y falta todo.
Raphael - Cuando tú no estás
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por regalarme tu tiempo y permitirme compartir estas líneas. Deja tus comentarios con el corazón, tal como yo he regado estas cartas.