martes, 26 de abril de 2016

Enséñame

Abril 27 de 2016
00:35



Hay noches como esta, cuando sé que sentir tu cercanía es lo mejor que tengo en la vida. Te amo tanto, que no quisiera marchitar la rosa, aunque me muero por tocar sus pétalos. Simplemente, aunque no lo imagines, es increíble tenerte a mi lado, y estar al lado tuyo, pues siento que es una caricia del Destino. Rozar tus manos con el pretexto de la cercanía; sentir su tibieza suave, resulta tan familiar y tan desconocido al mismo tiempo, tan mágico que me seduce y me asusta.

Enséñame a no pensar por ti, pues me acostumbré a recomponerte con fragmentos de mi memoria, durante años de cruel soledad. Entonces, imaginaba entre lágrimas tus sabores, tus olores, tus palabras y tus ideas, para no morirme de tristeza. Y ahora, que eres tan real como nunca, señora, me siento desorientado, igual que un niño.

Y solo aquí, entre la alegría y la ansiedad de más, como si no te hubiera visto. Como si mi vida dependiera de ello, te extraño desde ya, tal como ocurría hace años al despedirnos. La misma dulzura en la boca y el mismo frío en la piel... ¡Cuánta falta me haces!

Cómo haces - Santiago Cruz





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