Octubre 30 de 2019
10:29
Dame el beso de tu boca
y los néctares de tu sexo
que me deshacen,
entre latidos,
como azúcar en el agua.
Volvámonos dulces los dos
que de amargura,
amor mío,
está hecho el mundo sin ti,
sin nosotros.
Vuélveme tu mirada,
y si me das la espalda
que sea para recorrértela a besos,
hasta que me mires fijamente,
y me digas
que te estremece.
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