9:28
Miré tus líneas
y escuché tu mirada
mientras callabas de amor
gritando silencios.
Te tenía para mí
quizás como nadie más te tuvo
y me aprisionabas con tus labios
¿quién querría escapar?
Eras mi mujer y yo tan tuyo
como un cruce de ríos
inevitable, vital y convulso
y nos besábamos en silencio
mientras nuestros sexos gritaban
nos entrelazamos con la mirada
y nuestras manos bailaron juntas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por regalarme tu tiempo y permitirme compartir estas líneas. Deja tus comentarios con el corazón, tal como yo he regado estas cartas.