Octubre 23 de 2019
10:16
Hace décadas,
la primera vez que la miré de veras
llegó como suele hacer:
-De repente
y sin asumir responsablemente
las olas que agita con su sola presencia-
Ahora que lo pienso
y que la he tenido de mil maneras
atrapando durante milisegundos
la chispa de su vida,
amándola como pienso que debe hacerse,
creo que no habría podido inventar
un modo satisfactorio de huir de sus ojos...
Pues, aún si muriera
me llevaría a la eternidad
las horas de desvelos imaginándola conmigo
la inagotable sensación de poseerla
y la sublime experiencia de verla satisfecha,
satisfecha, digo, de ser mujer
y de saberse amada
hasta en las letras de su nombre.
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