Abril 20 de 2022
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Se extrañan momentos,
se añoran caricias,
se subastan memorias,
se buscan sombras;
en las calles,
en las canciones,
en los rastros de tu perfume,
en los átomos de tu voz.
Está en mis labios tu humedad,
queda en la punta de mis dedos tu piel
y en mi libro escondido uno de tus cabellos,
prisioneros anónimos del tiempo;
rastros de instantes que se fueron,
paréntesis de eternidad,
gotas fugaces para degustar,
coctel de placeres y melancolías.
Pero abrazo el aire
y atrapo tu cintura;
me quedan tus palabras,
tus silencios de amor
y nuestros pasos escabulléndose:
andamos tras los rezagos de la noche,
las promesas y las afirmaciones
una mentira y mil verdades
y, de ser posible,
amanecer abrazados.
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