Abril 22 de 2022
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Ecos fugaces, melodías simples
que escuchábamos,
mientras el amor hacíamos...
Yo tan dentro de tu vientre,
tú tan dentro de mi pecho,
canciones dulces, tonadas ácidas,
el sabor delicado de tus besos,
el olor a frutas de tu sexo
y el brillo frenético de tus ojos.
Oleadas convulsas
de orgasmos y estrépitos,
torrentes cristalinos y savias espesas
fluyendo en nuestros pliegues
mientras jurábamos amarnos
más allá del tiempo y la distancia;
lubricando nuestros movimientos
en presencia de la luna.
Cantos que despliegan alas,
en pos de nuestros mundos;
parten según su propia lógica,
para retornar según su capricho,
en forma de pensamientos,
de suspiros y susurros,
hasta que vuelvan a unirnos,
en nuevos abrazos y más éxtasis.
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