Abril 29 de 2022
7:28
Entonces,
recorro tus avenidas
tus sendas mojadas
tus sitios rojos de interés;
y me pierdo en tus plazas
sin hallar camino de vuelta,
ausente de mí
y presente en ti
por completo.
Como un «para siempre»
que se profiere con suspiros,
en aspiraciones hondas,
del aroma de tu cuello
y los sintagmas de tu voz.
Te bebo en sorbos melifluos
me tomas en bocados voraces,
no me oyes ni te escucho yo.
¡Mas, cuántas armonías
y secuencias cadentes
de respiración y gorjeos!
Códigos de amores
que desciframos los dos,
en nuestro mundo
y nuestros jardines;
una canción presente
en el ritmo de nuestras venas
hasta el amanecer.
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