Abril 10 de 2022
Volviendo sobre nuestros pasos
porque el tiempo camina más a prisa
me encuentro a gusto con tu sonrisa
y las tardes de hablar en la penumbra.
Qué buen hábito tienes de acercarte
y hacerme una historia al abrazarme
qué bien queda tu cuerpo desnudo
tendido, como un pétalo en las sábanas.
Y en la oscuridad, como un milagro,
tu voz, que enciende mis alarmas,
me invita a soñarte con los ojos abiertos.
Y antes de partir, fundidos entre jadeos,
bautizamos la humedad del amor
con agua tibia en nuestros vientres.
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