viernes, 24 de julio de 2020

Un misterio

Julio 24 de 2020
5:34






Un misterio se escribió
el día que me miraste
la noche que te besé
y cuando te tocaba.

No lo supiste, ni yo,
sólo nos sonrió la tarde
tic-tac y otra vez
mil lunas me esperaban.

En un tímido rincón
un verso empezó a cantarse,
nuestro secreto de un ayer 
en que dos niños jugaban.

Y en una esquina, un adiós
con nuestras canas y afanes, 
un beso para después
una caricia y una nostalgia,



Un sorbo de tu licor

Julio 24 de 2020
5:19




Un sorbo de tu licor
para este frío que lastima
para esta mesa que te aguarda
para este pecho que te extraña.

Tienes nombre y apellido
y un ángel en la mirada
el misterio de la vida en tus senos
y mi horizonte en tu espalda.

Llegaste para quedarte
una noche en que te abrazaba
y no has dejado de volver
para saludarme en las mañanas.

Promete que volveré a verte
que me esperarás si tardara
pues mi sangre te ansía
como si mis venas te llamaran.

Y un saludo de tu voz
para este silencio de tus palabras
Y tú, para esta piel sedienta
de tu sexo y tu fragancia.


Una gota de ti

Julio 24 de 2020
4:47




Duele tu ausencia
esta distancia de espinas
camino a tu casa.
Pesa en la espalda
hiere el pecho sin tregua
no es sólo la ausencia de tus manos
o la distancia de tus labios adorados,
es el frío del café en la madrugada
y el silencio mortal en las tinieblas.

¡Sólo pido una gota de ti para embriagarme
o la cobija de tu abrazo para esta pena!
Sueles dejar tanto de ti en el beso
como si marcaras mi sexo con tus flamas
y me adhirieras a tus tejidos al respirar tan cerca
que si no estás es prisión perpetua
un presidio sordo sin tus palabras.

¿Creíste acaso que era sólo el placer de verte
o el frenesí de beber tus néctares?
Pues te recibía como al sol en la piel
como la mejor noticia en los oídos ansiosos
como agua fresca en la garganta seca.
Y regresaba feliz de haberte conocido
en otra de tus miles de facetas
como un tesoro se lleva celosamente
para guardarse en lo secreto.

Pero esta madrugada no hay fiesta
no están tus palabras
ni tu dulce belleza
te fuiste a llorar tus penas
porque tu rosa tiene espinas
porque naufragas la tormenta
porque eres diosa de tus días 
y sierva de tus tristezas. 

Ni estoy yo tampoco,
porque partí de tu lado, sin remedio,
amando cada manera tuya de mirarme
me ausenté de mí mismo
mientras mi sombra camina hacia tu vera
mirando esta lluvia tras la ventana
sintiéndola fría como la muerte
no estás tú
no hay canción, 
sólo este triste poema.



A veces

Julio 24 de 2020
4:35




A veces reímos
hasta el cansancio
por el puro gusto 
de reventar de dicha
por un desatino
o una ocurrencia,
y acaso nos damos cuenta
que nos ríe la sangre
y las vértebras.

A veces lloramos
por la ausencia
por la partida del amigo
o la hermana
y gemimos amargamente
hasta destrozarnos
sin consuelo próximo
entre nudos de indiferencia
y no sabemos
que nos llora el alma.

Y a veces hay pausas
donde da igual si reímos
en las espontaneidades del vino
o si lloramos 
entre aguardientes erráticos
mientras miramos
los ojos que amamos
o en tanto sentimos
la calamidad de lo irremediable.

Son tormentas y convulsiones
son estallidos y ráfagas
nos conmovemos,
nos agitamos 
al aspirar somos ángeles
y al espirar somos demonios
o tan llanamente humanos
como el abrazo y el beso
como un adiós en el puerto
como la sonrisa de un niño.



lunes, 20 de julio de 2020

Quisiera

Julio 20 de 2020
16:48




Sólo sé que la veía y era hermoso
aunque pareciera un ritual reiterado
había magia y universos de colores
cada vez que nos desnudábamos;
cada beso sabía distinto
y cada textura de su sexo húmedo.

Y en estas tardes grises de extrañarla
con canciones distantes que la evocan
quisiera volver a las mismas calles
para fingir a destiempo que la miro llegar,
quisiera el aroma de su piel tibia
quisiera abrazar su cintura
y un ‘te amo’ prodigado en sus excesos.
 
¡Cuántas tardes y se me antojan pocas
cuán cercana ha estado 
-y entre los rumores del viento-
cuán distante ahora por los caprichos del tiempo!

Nos visitó la muerte y nos afligimos
nos enclaustramos a llorar amargas penas
como si deshojáramos rosas negras
mientras vemos pasar el tiempo angustioso.

Sé que está lejos y nada puedo hacer,
mas, entre esta resignación de muros y rejas
quisiera el aroma de su piel tibia
quisiera abrazar su cintura
y un ‘te amo’ prodigado en sus excesos.




Cartas y nubarrones

Julio 20 de 2020
15:44




A veces se rescatan cartas
cartas que llamamos recuerdos,
de nubarrones grises
nubarrones que llamamos olvidos.
Aquellas a veces duelen 
cuando son demasiado tardías;
estos otras veces consuelan 
cuando tocan a nuestra puerta
trayendo ecos de mejores días
un aroma esquivo o un beso exquisito.
Y de esas cartas, 
cuyo remitente está en azul, como de cielo
o en gris, como de melancolía,
prefiero las inscritas en pausas
con las letras indelebles, persistentes
a veces difusas, a veces distantes
mismas con que se escribe tu nombre.


jueves, 16 de julio de 2020

Como tú

Julio 16 de 2020
8:30





Hay quienes presumen de tenernos
y de trazar hondas huellas en nuestro corazón
mas llegaron a ser nada y olvido.
Pero hay quienes nos cambiaron la vida
con una sola mirada
como tú. 

Hay espumas ruidosas y caudales 
de ríos extintos
cuyos peces se fueron tras ondas inciertas.
Pero fluyen manantiales reservados
pletóricos de vida entre silencios
como tú.

Hay volúmenes de recuerdos a veces vacíos
escritos con tintas ambiguas
cuyas hojas se van perdiendo.
Pero están las hojas escritas con sangre
cuyas lágrimas y risas recorremos
como tú.

Y lagos eventos registrados en mil colores y homenajes
rimbombantes de pompas que se acartonan
hasta quedar apolillados en un baúl,
que contrastan con la tersura de un solo momento
que atesoramos como lo más preciado
como tú.


miércoles, 15 de julio de 2020

Ausencia (V)

Julio 15 de 2020
12:03






¡Cómo duelen los días de mayo
con sus lloviznas tenues y sus tardes grises!
Eran mejores las lluvias de diciembre
nos encontrábamos los dos 
nos volvíamos cobijas
rociaba sobre tus pechos chorros de vino
cantando y riendo mientras nos amábamos
y bebiendo juntos gotas de agua caliente
aunque presintiéramos, en las pausas,
que vendrían días de llorar las pérdidas.

¡Cómo duelen los días de julio
estas tardes frías sin esperanza
anunciando noches de pasar la página!
Fue tanto mejor aquella tarde de marzo
como la calidez de tu abrazo, cuando nos vimos;
nos envolvimos de paréntesis de terciopelo
y nos reímos del puro gusto de estar juntos.
¡Cómo extraño tus ojos y tu sexo tibio
cómo quisiera beber vino mirando tus ojos!


Ausencia (IV)

Julio 15 de 2020
11:36





Te recuerdo, 
prestado a estas paredes frías
enajenado de tus ojos
aislado de las calles donde anduvimos los dos.
Extrañando tus ojos
tejiendo memorias mientras no estás.
Sólo estos árboles cansados
y las tardes grises de ecos distantes
escuchan cuando susurro tu nombre

¿Y si estuviéramos juntos?
¿Y si se volvieran dicha mis noches?
¿Y si amaneciera con la visión de tu espalda desnuda?
Estas ventanas se vuelven barrotes
y conduzco con la mirada la luz tenue
como dirigiendo te quieros
para que los escuches detrás de estas montañas.

Soy extranjero donde no estás conmigo
soy errante mientras llego a verte
soy sombra que se escabulle buscando la tuya.

Y mi canción dejó de escucharse
y mi poema está atrapado entre caminos,
soy de ti y nadie lo sabe
estás conmigo en mis silencios
que se multiplican, sin poder gritarlo.

Cuánto añoro tus brazos
tu voz que se volvió mi himno,
y el color de tu piel para pintar alegrías
cuánta falta me haces, sin que lo sepas,
cuánto ha dolido esta vida de extrañarte
como si tuviera que pagar equivocaciones
con la amarga tragedia de amarte en ausencias.

Mis amigos se están marchado
aquellos con quienes conversaba sobre ti
sobre los locos desvaríos de juventud
embriagándome de ilusiones
por llegar a besar tu boca.

Y a pesar de la distancia
de los años truncados y las pausas crueles
es lindo leer que me extrañas
y que sabes que tanto te he amado
y podértelo repetir en versos
en encuentros y en susurros 
por los siglos en que me condené al silencio…
Te amo, mil veces te amo.



Ausencia (III)

Julio 15 de 2020
11:34




La última noche que te vi
robándole alas al olvido
hicimos de un viejo parque un jardín de sueños
y de la noche una taza de café para charlar.

Cómo me gustó caminar al lado tuyo
como si regresara de un coma para saludarte
eran horas que parecían parpadeos
del puro placer de mirarte. 

Vagábamos como niños
como los adolescentes que fuimos
contando historias y besándonos
en el anonimato de las calles que volvieron a vernos.
Quedaron, las horas, como testigos
manantiales exquisitos de tu presencia
de tus pasos esquivos y mis brazos apurados
de la timidez de tu llegada 
y la alegría de mis ojos.

Cómo añoro cada momento
cada ocasión dejó sus marcas en mi memoria
huellas de caricias necesarias
sabores de besos ansiados,
aplazados por la tragedia,
apurados por urgencia de encerrarnos.

Cómo quisiera un cuarto para verte
o una playa para caminar juntos,
una de esas en que soñamos perdernos
donde el beso sabe a miel
y el sudor a limonada. 

Y lamento el frío de la obligación
el deber de estar en otra parte
porque el tiempo nos halló cautivos
y hemos tenido que hallar pausas
para querernos y regresar a casa
para extrañarnos de lejos
para volver a soñar con otra tarde
¡Hasta entonces, amor mío!


Ausencia (II)

Julio 15 de 2020
10:57





¡Oh, la muerte, que concluye todo!
Manto sombrío y mudo donde todo calla
Apuesta gris cuyas inmóviles cartas 
nos dejan ausencias a cambio de nada.
La ausencia de la hermana
que esparcía melodías con la mirada,
La ausencia del amigo
que revivía días gratos con la sonrisa
A los dos se los llevó el silencio de la nada
y nos quedamos solos, con sus nombres
y nos quedamos a oscuras sin decir palabra.




Ausencia (I)

Julio 15 de 2020
10:55




Hay días que parecen noches
y noches que saben a soledad.
Son días de lamentar el abrazo
son noches de llorar sin lágrimas
por momentos que se marcharon
por instantes que no volverán.

Es la ausencia tuya, mi vida,
en estos días de frías distancias
en estas noches sin saber cómo estás
llamándote en silencio
agonizando sin tu alma…

Son noches de fragmentos de recuerdos,
de ecos frágiles de tus besos
tal vez estás mejor sin mí
pero yo muero sin volver a verte.