Noviembre 5 de 2019
10:50
Mis ojos que se encontraban con los tuyos
mis manos invadiendo tu piel
y el sinsentido volviéndose canción
era todo y era nada
un fluir de sangre gritando en el pecho
animal domesticado
que recordaba su rebeldía
resistiéndose a las sogas del tiempo.
Volvía a la memoria el ritual extraño
de quererte mía sin poderte hablar
aplazando hasta el infinito
los intentos fallidos de darte un beso
jugando con tus cabellos,
en el interludio
y extasiándome con la contemplación
de tu presencia cercana
mientras esperaba la siguiente canción
para volver a soñar despierto.
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