Noviembre 5 de 2019
10:47
De repente el milagro de tus dedos
una sutil respiración en mi oído
y tu mirada esquivando mis ojos
como la vida misma rozando el corazón
acariciándome y alejándose
para mantenerme vivo
lo suficiente,
por unos minutos,
antes de dejarme
aferrado tras tus pasos
consciente de la música que aturde
y sus melodías que traspasan el alma
contándome la dicha de saber que estabas
y la tragedia de la despedida.
De repente el recuerdo caótico
de tenerte desnuda para vestirte de besos
acariciando tus secretos
y al cerrar y abrir los ojos
percatarme del lugar en que estábamos
tan familiar y tan extraño
y que no podía decírtelo.
Solo podía mirarte
cuando fuera oportuno
como a las estrellas que aparecen
en el atardecer
Y solo sabía callar
pues intuía que quizás sentías lo mismo
y volví a cerrar los ojos
de repente.
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