Febrero 5 de 2018
21:50
Te amo,
aún negándolo
y queriendo no amarte tanto
con tal obsesión
y cínico placer en ansiarte
a costa de mí sensatez,
para descubrir al final
que amarte
es mi mayor alegría
es nudo y poesía
y deliciosa casualidad.
Que me obsesionan tus ojos
y disfruto tu aroma
arrullado entre tus senos
y la música de tu voz;
que tu boca es mi perdición
y volver a tenerte mi locura.
Que podría perderte
pero no dejar de amarte;
tal es la contradicción
de este amor
que se desprende y se apega
a tu cintura
a la dulzura de tu lengua
y a tus movimientos de mujer
cuando hacemos el amor.
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