Septiembre 27 de 2017
11:01
Y al estar con ella,
sentir que el mundo desaparece,
que ella es todo tu mundo
o que inventamos uno juntos.
No hablo sólo de unirme a su cuerpo desnudo,
es también tomar un café en la misma mesa,
es caminar y hablar de nada,
es mirarla por el placer de hacerlo.
Dejar que sea ella
y la parte de ti que queda a su lado
cuando se despide con un beso.
Y cantar de alegría y a veces de pena,
-sin ella, por ella y porque la amas-
mientras llega el día
en que volverás a ver cómo se acerca,
como el misterio más bello que puedas ver jamás.
Y empezar de nuevo,
con aquello del mundo que no está,
que va desapareciendo mientras ella se aproxima...
Y cada poro de tu piel, cada gota de tu sangre,
le pertenecen por derecho propio,
aunque bien sabes que desde su libertad
no exige la tuya a cambio,
pues tiene tanta virtud...
-Pero de eso, hablaré luego-
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