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No hay mucho qué decir,
excepto que me gusta como se dibuja tu sonrisa
y sueño mirándote a los ojos sin querer despertar.
No hay mucho que expresar,
salvo que tus besos trastornaron mi mundo
sin quedar nada en mí que no te llame en silencio.
No hay cosas que contarte,
sólo una: que te llevas mi vida contigo en cada abrazo
y soy un mortal afortunado que bebe eternidad en tus labios.
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