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Juguemos,
a que nunca me has besado
y que apenas imagino a que sabes en los labios.
Juguemos a fingir
que nunca te he besado en la vida
y que sueño con hacerlo,
un sueño de mil años de edad.
Juguemos
a que nos besaremos algún día
cuando nos encontremos otra vez,
quizás mañana o el próximo mes
porque mi fortuna es buena.
Juguemos,
porque me mata la curiosidad de besarte
y saber como se siente esa boca tuya
en la mía, que te ha esperado.
Juguemos,
porque es justo así como me pasa,
cuando te voy a tener cerca
y entre los nervios de la ocasión
me ilusiono con otro beso tuyo.
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