Mayo 1 de 2016
18:12
Te amo como a una delicada rosa,
a la niña que fuiste en primavera,
tanto como a la mujer que eres ahora,
y me arranca suspiros dondequiera.
Cuando me miras, mis ojos te adoran
y si no estás, padecen de tristeza.
Tanto te extraño, mi dulce señora,
que me duele el amor, por tanta espera.
¿Por qué te fuiste y donde estarás ahora?
Me responde la noche, que te observa:
"Te devoran las ansias de su boca"
¿Cuándo habrás de regresar a mi vera?
Y me contesta el viento, que te toca:
"Te mueres de deseos por tenerla"
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