Mayo 2 de 2016
14:05
Enamorarme de ti fue el comienzo de una aventura: La de conocerte con grandes avances por momentos, o vacíos y retrocesos en épocas de silencio. Esta vivencia me ha acompañado constante por años, generando una profunda conciencia de mi propia humanidad y de lo divino que puede llegar a sustentar el amor más bello. Tú has aparecido de diversas maneras en esa experiencia de conocer. Tus ojos han significado una luz en el camino; tu voz, una tímida canción para mis sentidos; tu presencia, era a menudo un instante breve tras meses de distancias, después de haber estado tan cercana; por ello, tu abrazo había llegado a ser un refugio tan inusitado, que no tenía tiempo de procesar la alegría de sentirte.
Sin embargo, más allá de las sensaciones, estás tu: Eres una gran invitación a celebrar la vida; una fuente de sorpresas para disfrutar; el punto de llegada de tantos interrogantes; la pregunta sin resolver. No me resulta cómodo ni viable seguir buscando la razón esencial por la que me atraes tanto. Sencillamente estás en el mundo y considero que eres una especie milagro, y me gusta contemplarte sin intentar descifrar tu naturaleza. Por eso, aprendí a amarte independientemente de las circunstancias. Sé que no eres perfecta, hace mucho tiempo empecé a ser muy conciente de ello. Pero, en lo personal, me encanta escucharte hablar y aún más saber que me hablas a mí. Ni qué decir de mirarte o sentirte tan cerca como hemos llegado a estar. Resulta maravilloso comprobar que late en tu interior ese alguien maravilloso, a menudo escondido, a quien presentí desde cuando me fijé en ti. Enamorarme, quererte y acercarme, ha sido lo mejor en mi vida.
La senda de conocerte, de amarte, continúa...
Canción India - Nelson y sus estrellas
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por regalarme tu tiempo y permitirme compartir estas líneas. Deja tus comentarios con el corazón, tal como yo he regado estas cartas.