Agosto 4 de 2019
18:38
Me bebo recetas de olvido
elíxires de distancias y silencios
fingimientos en los días
y gotas amargas de indiferencia;
mil pactos con la eternidad
y promesas de no regreso.
Pero en las cumbres de tales ritos
el tímido asomo de tu sonrisa
es bastante para lo inquebrantable.
Y luego del intento fallido,
bebo un coctel delirante
que me embriaga hasta el abatimiento:
la lucidez de tu mirada en la mía
la redondez tibia de tus senos
y tus gemidos junto a mi cuello
¡Cómo, entonces, dímelo!
¿Podrías imaginar de este amor
una mezcla mejor para la locura
siendo tanto y a la vez tan poco?
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