Agosto 4 de 2019
19:42
A veces vienes, mi vida,
en forma de una agitación íntima
de un susurro oculto en el viento
como si acariciaras mi mejilla.
A veces, y no es todo,
como si fuera una fecha distinta
y coincidiéramos en la misma ansiedad
aunque el tiempo se dilata y huye.
Entonces, según sé,
rebrota en el jardín de mi pecho
una flor con el aroma de tus senos
y la certeza de que volveré a verte.
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