Enero 24 de 2018
9:23
Ese silencio espiral
desde el vacío entre mis brazos
hasta la caricia de tus palabras a la distancia
recorre como un misterio
las escenas de nuestros besos
las cosas que nos decíamos
apurando sorbos de locura.
Había estrellas en el cielo
invisibles para los demás;
el viento era nuestro
y las nubes de terciopelo
nos cubrieron mientras reíamos.
¡Tan bella tu sonrisa
tan alucinante tu cuerpo desnudo!
Y al paso de los días
este aire inestable de enero
sacude los árboles del recuerdo
y se desgajan hojas de tus besos
memorias de tu sexo dulce
y frutos de placeres inefables
en nuestras tardes furtivas.
Mis ojos recorren ansiosos
escenas de deleites secretos
y mis oídos recobran del silencio
fragmentos de tu voz adorada...
¡Cuántos ecos perdidos
al alcance del pensamiento
se recrean en este silencio espiral!
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