Enero 27 de 2018
11:20
Tu piel es un taladro de rosas
que penetra en mi cerebro
y se apodera de mis fantasías,
desencadena en mi pecho
un huracán de categoría seis
y desciende hasta los impulsos de mi sexo
para querer sentir tu calor latente muy dentro.
Tu nombre es una respuesta
de "todas las anteriores"
a una encuesta infinita
con preguntas exhaustivas
sobre amores en ebullición,
amores imposibles y pertinaces
amores que marcan de por vida.
Tu nombre bendito
me huele a la fragancia floral
en la piel de tus senos;
tu nombre bendito
me sabe al néctar dulce de tu lengua,
que se deshace en mi boca como una rosa de azúcar;
tu nombre bendito,
ardiente sabor a frutas de tu sexo húmedo.
Tu piel es un sí y es un todo
que se asoma en tu espalda desnuda
en la frontera tibia de tu cuello
en tu cintura suave
en tus piernas de seda;
podría morir navegándote
pues eres un mar de naufragios
agitado con mis tormentas.
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