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Extraño esa dulce sensación de un beso tuyo
muy hondo en el alma, muy fuerte en el pecho.
¡Cómo puedes hacerme tanta falta en el silencio
en la claridad del cielo y en el brillo de esta luna,
cuya memoria te llama a gritos y muere por un beso!
¡Extraño tanto la tibia suavidad de tus labios abiertos!...
Es como si me faltara el aire y respirara tierra seca,
como si te tuviera cerca y sólo abrazara el viento
Tu nombre, que empuño en un arma de nostalgias
es un tesoro de deleites cuando te pienso en secreto.
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