Febrero 8 de 2017
23:52
Tu boca sobre la mía,
trenzadas en su propio abrazo,
destilando deseos secretos
en su particular lenguaje.
Te acariciaba con ansiedad
y mis manos recordaron alegres,
que para eso fueron hechas
y se fundieron en tus poros.
Nuestros ojos se cerraban en pausas
para exorbitarse con fuego;
había tanta locura y confusión,
que era mejor no saber nada.
Y reconocí tu olor.
¡Se desencadenó el frenesí!
Tanto te buscaba, tanto te esperaba,
que te reconoció mi corazón.
..................
En el letargo de la madrugada,
extasiado te miraba en silencio
y me negué a quedarme dormido
protestando al cansancio...
Únicamente los dos sabemos,
que pasó una estrella fugaz
iluminando nuestro cielo.
Luego nos separamos sin un adiós.
Espero que volvamos juntos,
de nuevo a liberar los anhelos.
El día yo no puedo saberlo,
¡Mas cuánto diera por apurarlo!
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