Diciembre 23 de 2021
23:26
Tu sonrisa
caminando de mi mano
por las calles tibias con aire del mar;
dos gaviotas libres al fin,
escribiendo su propio destino.
No sabes cuánto amo tus brillos
y la alucinación de tu pasión.
Éramos presos libres
deambulando por callejones
cuyos visos saturados de historia
se convirtieron en cómplices silentes
de nuestra anónima locura.
No hubo miedo,
sólo una intensa saciedad
una cómoda ansiedad
de serlo todo
de vivirlo todo;
fuimos dos convictos al fin libres
dos esclavos emancipados.
Fuimos grito desgarrado,
humo deslizándose hacia el cielo.
La bruma de las olas distantes
estrellándose contra las rocas
aliviaron nuestro frenesí
y cumplimos a cabalidad
no darnos tregua
durante aquellas infinitas horas.
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