Agosto 25 de 2021
1:35
Recorro el libro
de mis años mirándote
detrás de las esquinas
al amparo de la noche...
Añorándote,
presintiéndote,
imaginando besos
para, lentamente,
convertirlos en sueños.
Sueños secuenciales
que hicimos polvo
en los roces furtivos
de nuestros sexos;
en el florecimiento
de las tardes de vino;
en las canciones,
en las lágrimas,
en el placer de vernos.
Releo, alegre,
y no hay epílogo;
tu lengua se anida ansiosa
en estas líneas
que ansían tu piel,
los ecos de tus sílabas
y tus perfumes de lirio.
Releo y te hallo
tan tuya, tan distante
y tan mía.
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