Agosto 16 de 2021
9:16
Te amo, mujer de todas mis vidas,
en las marcas del tiempo donde te encuentro
en el frío invierno de tus ausencias pausadas
en esta necesidad de tenerte y sentirte mía
en el inenarrable estrépito en mi vientre
que viene y va,
con sus ondas de flores,
cuando te miro y cuando me hablas.
Vuelves a aparecerte en forma de canción
en la melancolía de una tarde de lluvia
en los paseos nocturnos con el tiquete de tu nombre
en el perfume perenne con el que marcaste mi alma
olor de humedad de besos
y de nuestros sexos ansiosos
como si no existiera registro en la memoria
más que para recordarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por regalarme tu tiempo y permitirme compartir estas líneas. Deja tus comentarios con el corazón, tal como yo he regado estas cartas.