10:06
Mis más sentidos respetos
mis más sinceras disculpas
pero vine a desordenarle la vida
con mis gestos y mis palabras
como usted desordenó la mía
hace varios centenares de lunas,
con una sola mirada impune.
Señora, dueña de mis promesas,
ama de todos mis silencios
de tantos ires y venires, tras sus pasos;
debo advertirle, cínico y solemne,
que me afirmé errante peregrino de sus ojos
e inconverso de todas las religiones
distintas a la de su sonrisa y de sus besos.
Mujer conocedora de la dicha
y ante el dolor a veces tan impasible,
tan delicada en sus maneras
y tan violenta en sus resoluciones,
lo mismo enternece que intimida;
es preciso confesárselo a media mañana
y susurrárselo al oído mientras duerme.
Con humildad de agua y arrogancia de fuego
he llegado a usted y no termino de llegar
la he amado de mil formas y otras mil me faltan,
pues aprendí a no ceder por el tiempo
y me enseñaron las adversidades
caminos distintos para visitar su mundo
pues en el mío resplandece siempre su mirada.
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