9:11
Amo los caminos que conducen a ti
y como hueles, tan pronto te hallo,
no conozco sensación semejante
coctel de vértigo y placer.
Me gusta que me abraces
pues quizás jugando
o de agudos modos inconscientes
se me antoja ser una extensión tuya.
Me encanta que me mires
hasta atreverte al beso más audaz
perdiéndote conmigo
hasta volvernos fuego y agua.
Y fascina, mi amor,
beberte como un dulce vino rojo
comerte como un manjar delicado
saciándome y queriéndote aún más.
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