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Amo tu perfume
y el regalo de tu mirada
cuando vuelves a mí una tarde.
Amo perderme contigo
atados por las manos
mientras bailamos muy cerca
escribiendo con los pies otra historia...
Y Adoro esos momentos
de perdernos uno en el otro
ebrios del mismo licor
amándonos sin saciedad
en éxtasis de colores y humedad
hasta quedar agotados.
Y sobre todo, amo que seas tú
mezcla de mujer y sueño
que llegas a sembrar placer
y a arrebatarme el silencio
pues siempre tendré algo que decir
después de estar contigo.
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