Enero 12 de 2017
00:45
Éxtasis y ebriedad hubo en nuestros besos,
estuvimos tan estrechamente abrazados,
que nos fusionábamos frente a la gente,
en el intenso estrépito y el aroma del vino.
No puede olvidarse el brillo del sol,
el color de las flores o el sabor de las frutas,
ni estando sumido en la mazmorra fría,
ni durmiendo con el pecho oprimido por la nostalgia.
Tengo tanto de ti, que en tu ausencia,
mi existencia es apenas un fantasma que divaga,
una sombra olvidada del tiempo tras tu cuerpo,
repitiendo tu nombre entre graves silencios.
La curva de tu sonrisa frente a mi boca,
la de tu cintura suave frente a mis manos,
la de tus senos dulces frente a mi pecho,
la de la luna fría hablándome de ti tras la ventana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por regalarme tu tiempo y permitirme compartir estas líneas. Deja tus comentarios con el corazón, tal como yo he regado estas cartas.