23:52
Estás, pero no estás,
te quedaste dormida
bella flor tan querida,
de mi febril mirar.
Te arropaste con el mar.
Tu mirada perdida
y tu tibia alegría
me puse a contemplar.
Regresaste, quizás,
a curar mis heridas,
y el amor retomar.
O en esta claridad.
a alegrarnos la vida
hasta la eternidad
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