Junio 29 de 2023
23:05
Amo tus delicias y tus vellos
urticantes
facetas de toda tu feminidad en la piel
a veces, los castigos impetuosos de tus silencios,
a veces, el aroma suave en tu acento de mujer.
Amo la ternura de tu mirada de niña
mientras deshojas tus luces y tus sombras,
pues dan ganas de amarte en la lucidez del día
y en la pulsión febril de tus agitaciones.
¿Quién habría de imaginarte
o tan sólo intuir detonaciones en el pecho
con la exigüidad de tu nombre desde una estrella distante
o la ardiente intensidad de tus senos en la penumbra?
Has venido a ser torrentes de terciopelo y humedad
en la tesitura abigarrada de tu voz,
en la profunda marea de tu vientre tibio,
en la prisa de tu andar y la inexactitud de tus ansias.
Con la prontitud de un
suspiro
viniste a hacer de mi pensamiento tu morada
bebida tibia, aromática y azucarada en un beso
o trago amargo para apurar la pena de tu ausencia.
Eres el amor en el caleidoscopio de tus estados
y yo, absorto, en ánimo de contemplación pura,
busco tu estrella para no naufragar en tu mar.
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